Este es un blog donde encontraréis cositas varias que ni yo mismo sé que voy a poner, sólo espero que disfrutéis tanto leyéndolo como yo escribiéndolo

martes, 30 de diciembre de 2008

El río que nunca paraba de fluir



Y sonó aquel suspiro último ante la muerte del esfuerzo que llevaba realizando en busca de la Libertad, esa que tanto ansiaba y suspiraba y se esforzaba por conseguirla. Esa estaba ya delante suya, con la mirada penetrante de quien no se deja tocar, con la mirada sabia de la sabiduría libertina, esa, que con manto rojo de la sangre derramada por ella, está quieta y alzando en sus brazos una paloma, esa que no habla pero dice cosas con el susurrante mirar de sus ojos. El suspiro hizo le llegar, palparla con sus manos, sentirla como verdadera por un instante. Pero aquella libertina y valiente, salvaje y verdadera, desapareció dejando tras de sí unas tinieblas de desilusión y confusión, de suspiros esforzándose en dar respuesta a todos los interrogantes. Y es que esa señora libertina y valiente, salvaje y verdadera nunca estará a nuestro lado, nunca, ni en la muerte, ni cuando el último suspiro de aliente se esfuerce por salirnos. Nunca seremos libres pues la libertad siempre estará controlada por el sentimiento de saber que somos libres. Una vez y otra vez, esa libertina y valiente, salvaje y verdadera desaparecerá y de nuevo suspiraremos por comenzar el esfuerzo de sentir que la tocamos, un instante antes de que volvamos a suspirar…

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