Sobran las palabras al escuchar, o leer, esta copla de Don Antonio Martínez Ares. La eutanasia es un tema muy tocado por todos los medios, prensa, literatura, televisión, cine; pero a mí la que más me llega es esta copla con todo el sentimiento que, sabe inculcarle Martínez Ares a sus coplas, hace una gran crítica a la iglesia católica por su postura ante la eutanasia. La última frase lo dice todo.
Déjese de sermones
que pienso lo contrario.
Esta vida es la mía
y más que vida es un calvario.
Ya sé que la eutanasia
no figura entre sus sacramentos.
No me hable más del cielo
que yo conozco el Infierno.
Mi universo es una cama,
cuatro paredes y una ventana,
que me retienen como a un esclavo.
Mi futuro y mi presente
es un cuerpo roto que nada siente,
yo soy la risa de los gusanos.
No me recete más padrenuestros,
déme una dosis de sueño eterno.
Me acojo a mi libertad,
al derecho de terminar
con mis noches y con mis días.
Me aferro a la sinrazón
de acabar con un corazón,
cansado por la agonía.
Pa mi mujer y pa mis hijos
soy sólo un trozo de carne.
Como va a ser un asesino,
alguien que puede salvarme.
Salga de mi habitación,
su presencia me da dolor,
largo con su paraíso.
Si fuera un amigo en verdad,
ay del quinto mandamiento.
Para usted su religión,
yo no comulgo con un Dios
que deja vivo a los muertos.
[Antonio Martínez Ares]
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