Este es un blog donde encontraréis cositas varias que ni yo mismo sé que voy a poner, sólo espero que disfrutéis tanto leyéndolo como yo escribiéndolo

sábado, 29 de agosto de 2009

Habemus Papam V


Despacho de su Santidad el Papa Gregorio XVII. Llaman a la puerta y entra en él el secretario personal de su Santidad:

– Su Santidad, perdone que le moleste, sé que han terminado sus visitas de hoy pero hay aquí un hombre al que creo que debe escuchar.
– ¿Quién es? – Preguntó el Papa – Si es cuestión de vida o muerte, pues que pase.
– Me temo que sí es cuestión de vida o muerte. Es Sergio Donggilio, jefe de seguridad del Partido Católico Ultraconservador.
– Hágalo pasar.

Entró en el despacho Sergio Donggilio serio y con paso firme. Tras pedir permiso y besar la mano del Papa se sentó frente a él en una ricamente ornamentada silla.

– Usted dirá, don…
– Donggilio, mi nombre es Sergio Donggilio, su Santidad.
– Eso, Donggilio, proceda a decirme eso tan importante.
– Verá usted, planean asesinarlo.
– ¿Quién? – El rostro del Santo Padre palideció de golpe y aún se hacía más blanco. Casi ni se distinguía de su manto. Con la voz quebrada y temblona consiguió emitir algunas palabras – ¿Quién dices que quiere asesinarme?
– El Partido Católico Ultraconservador. Sus decretos, esos que usted promulga, no hacen más que ir contra la rancia y anticuada ideología de este partido, y la que caracterizaba a esta Santa Iglesia antes de que usted llegara. Por ello quieren eliminarlo. Es muy probable que el avión que usted coja hacia España nunca llegue a su destino.
– No puedo creerlo – Emmanuel Jáuregui, pálido como la luz divina, estaba serio y no podía hacer más que pensar con los ojos bien abiertos – Yo sólo quiero darle a esta Iglesia, a mi Iglesia lo que creo que estaba pidiendo a gritos. Esos ideales que defienden son de otra época, ni siquiera son suyos, son los que se han ido trasmitiendo de Papa en Papa, de pontificado en pontificado. Si son tan católicos como dicen ¿Tan difícil es cambiar esos ideales?
– Su Santidad, esos ideales han permitido hacer mucho dinero, han permitido crear mucho poder y eso es más válido que cualquier ideal. Sus decretos hacen ver la boca al lobo, con lo cual su dinero, su poder, el imperio que se ha fraguado con los años, se viene a pique.
– Oiga – Dijo con tono serio el Papa – ¿Si usted trabaja para ellos por qué les delata? No es lógico.
– Yo creo como usted en una modernización de la Iglesia. Por eso no puedo dejar que acaben con esa figura que significa tanto para el mundo católico.
– Pasado mañana tengo una reunión con ellos en su sede central. ¿Corro algún tipo de peligro?
– No, ninguno – se apresuró a decir Donggilio – ahí todo serán alabanzas hacia usted. No debe usted sospechar. Pero tampoco deben sospechar ellos que usted lo sabe todo. Me matarían.
– Descuide, si hice creer a un cónclave que era el apropiado para ser el nuevo Papa puedo hacer creer a este grupo de arcaicos que no sé absolutamente nada.



A la mañana siguiente, el papa se dispuso a promulgar su tercer decreto. Como no estaba seguro de la veracidad de las palabras de Donggilio que le aseguraban que en esa reunión prevista para el día siguiente no pasaría nada, decidió promulgar varios decretos:


Decreto número 3
Los sacerdotes

Yo, el Papa Gregorio XVII, declaro que, los sacerdotes no son más que personas encargadas de promulgar la palabra de Dios, y, por lo tanto, no existe razón alguna para que sola y exclusivamente sean hombres los que ejerzan esta labor. La mujer no es un ser inferior, es un ser creado por el Divino Pastor y como tal es digno de alabanza. Las mujeres podrán ejercer el sacerdocio con los mismos derechos con que contaban los hombres hasta la fecha. La validez de este decreto y de todos los anteriormente publicados, será efectiva dentro de dos días. A parir del 19 de noviembre del presente año del Señor.
17de noviembre del año del Señor
Gregorio XVII


Decreto número 4
El aborto

Yo, el Papa Gregorio XVII, declaro que, abortar no será considerado delito, ya que un ser recién concebido aún no ha adquirido el nivel de ser humano. El aborto será válido siempre y cuando no se realice más allá del primer mes de gestación. Si se hace más allá del mismo será un delito, pues atentará contra la vida. La validez de este decreto y de todos los anteriormente publicados, será efectiva dentro de dos días. A parir del 19 de noviembre del presente año del Señor.

17 de noviembre del año del Señor
Gregorio XVII


Decreto número 5
El celibato

Yo, el Papa Gregorio XVII, declaro que los sacerdotes no deben guardar el celibato. No tienen, por tanto, que hacer el voto de castidad. Los sacerdotes son meros portadores de la palabra de Dios. El celibato y la castidad no serán motivo de impedimento a la hora de difundir la palabra de Dios. El voto de castidad y el celibato absoluto será para aquellos que elijan poner su vida al servicio total del Señor, es decir, Monjes, monjas y Papa. Si un cardenal que accede a Papa tiene una pareja, la Iglesia Católica concederá la nulidad inmediata a dicho matrimonio, con lo cual, el Papa cumpliría su labor totalmente fiel al voto que debe jurar en el momento de su proclamación, el de castidad. La validez de este decreto y de todos los anteriormente publicados, será efectiva dentro de dos días. A parir del 19 de noviembre del presente año del Señor.

17 de noviembre del año del Señor
Gregorio XVII




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